Teníamos un sueño

En 2018, Ankla Azul inició sus operaciones en Bahía Solano con la visión de mostrar a las personas las maravillas que se encuentran bajo las misteriosas aguas del Pacífico Oriental Tropical: un mundo dominado por gorgonias, peces coloridos, corrientes desafiantes y colonias dispersas pero saludables de corales coliflor. Sin embargo, a lo largo de los años hemos sido testigos de una disminución en la cobertura de coral: colonias desplazadas por líneas de pesca fantasma, fragmentos saludables de coral muriendo lentamente mientras ruedan por los fondos arenosos. Estas tristes imágenes despertaron nuestro deseo de participar activamente en la conservación de corales, y en este punto, comenzó nuestro sueño.

Durante los últimos años, hemos estado removiendo líneas y redes de pesca fantasma enredadas en las colonias de coral y hemos estado reubicando fragmentos rotos en agujeros y grietas que encontramos en las rocas, con la esperanza de que se vuelvan a adherir al sustrato y prosperen nuevamente. También nos dimos cuenta de que algunos de nuestros sitios de buceo están más afectados que otros. Por ejemplo, uno de nuestros sitios más visitados, conocido como El Bajo, tiene muy pocas colonias rotas, una cobertura media de coral vivo y mucho sustrato adecuado para que los corales crezcan. Este lugar rara vez se ve afectado por líneas fantasma y está protegido de otros impactos como el anclaje y la sobrepesca. 

Después de una cuidadosa revisión y mucha reflexión, nos dimos cuenta de que la mejor manera de proteger los corales y promover la recuperación del ecosistema era iniciar una guardería de corales y emprender un proyecto de restauración de corales a pequeña escala, el primero en Bahía Solano y uno de los pocos liderados por un centro de buceo. Llegó el año 2022 y nuestro sueño estaba cerca de convertirse en realidad. Nuevos miembros interesados en la idea de iniciar un vivero de corales se unieron al equipo de Ankla Azul, incluidos naturalistas apasionados, instructores de buceo experimentados y biólogos marinos, y comenzamos a compartir y combinar nuestros pensamientos e ideas 

Al colocar fragmentos de coral en una guardería, podemos mejorar su crecimiento al eliminar la competencia por espacio, reducir la depredación y maximizar la exposición a la luz. Nuestros pequeños fragmentos necesitan alcanzar un tamaño mínimo de 15 cm de ancho/alto antes de ser trasplantados de nuevo al arrecife, y esperamos que esto ocurra en los próximos 4 a 6 meses. Por ahora, nuestro deber es mantener el vivero limpio para evitar el crecimiento excesivo de algas que pueda afectar a nuestros corales, y también deshacernos de todo el peso extra (bioincrustación) en la estructura del vivero para evitar daños estructurales.